La toxina botulínica es empleada en tratamientos médicos terapéuticos para ayudar a personas que sufren de espasticidad, trastorno motor del sistema nervioso que se manifiesta con espasmos casi permanentes. Las causas de la espasticidad son variadas. Puede provocar la parálisis cerebral, esclerosis múltiple, daños en la médula o accidentes cerebrovasculares, entre otras razones.
En Venezuela, 1 millón 567 mil personas sufren de espasticidad, según cifras que maneja la doctora Joyce Bolaños, de la Fundación Venezolana Pro-Cura de la Parálisis y quien aplica el bótox terapéutico. De estos pacientes, 41% presentan parálisis cerebral; 15% esclerosis múltiple; 0,7% daños en la médula y 35% episodios cerebrovasculares. Sin embargo, apenas 0,5% del total de esa población con espasticidad se encuentra en tratamiento.
"Nuestro objetivo está enfocado en mejorar la calidad de vida de los pacientes, prestar asistencia médica curativa y preventiva a todos los venezolanos que acudan con las patologías relacionadas a su función, asegurar la prestación de servicios médicos en estructuras cónsonas y adecuada dotación de recursos. Además, llevamos un registro y control estadístico de epidemiología a escala nacional", expresa Bolaños acerca del tratamiento que con la toxina botulínica realiza Fundaprocura.
La neurología se apoya en la acción del bótox sobre la unión neuromuscular para tratar algunas patologías como la espasticidad. La toxina botulínica bloquea la producción de la acetilcolina, un neurotransmisor que produce contracción muscular. El resultado es una denervación química temporal sin producir lesiones físicas en el sistema nervioso.
Con la aplicación del bótox, los espasmos se reducen y, según los objetivos que persigue Fundaprocura, se le facilita al paciente con discapacidad motora su inserción social, educativa y laboral, y mejora su calidad de vida.
paralisis cerebral infantil
miércoles, 8 de septiembre de 2010
¡ PRETENDAMOS HACER DE ESTE NUESTRO LUGAR' !
es un lugar en Internet destinado al encuentro de personas vinculadas de algún modo con la parálisis cerebral, es fruto de la participación de todas aquellas personas motivadas a mejorar la vida de afectados y familiares.
Nuestra finalidad es sencilla, pretendemos ser un punto de unión entre personas que viven de cerca la parálisis cerebral, desde nuestras propias casas queremos compartir nuestro día a día, y sobre todo a ayudar a las personas que hoy se encuentran por primera vez ante la situación de una parálisis cerebral.
No somos una asociación ni pretendemos suplantar la función que las asociaciones relacionadas con la PC realizan, con las que colaboramos activamente.
Toda la actividad que desarrollamos desde este sitio virtual se lo debemos a aquellas personas que cada día nos ayuda a mantener este lugar de encuentro, a todos ellos muchas gracias.
Nuestra finalidad es sencilla, pretendemos ser un punto de unión entre personas que viven de cerca la parálisis cerebral, desde nuestras propias casas queremos compartir nuestro día a día, y sobre todo a ayudar a las personas que hoy se encuentran por primera vez ante la situación de una parálisis cerebral.
No somos una asociación ni pretendemos suplantar la función que las asociaciones relacionadas con la PC realizan, con las que colaboramos activamente.
Toda la actividad que desarrollamos desde este sitio virtual se lo debemos a aquellas personas que cada día nos ayuda a mantener este lugar de encuentro, a todos ellos muchas gracias.
Cómo vivir con parálisis cerebral
Generalmente, la parálisis cerebral no impide que los niños vayan a la escuela, tengan amigos o hagan las cosas que disfrutan. Pero es posible que tengan que hacer estas cosas de manera algo diferente o podrían necesitar ayuda para hacerlas. Con computadoras para ayudarles a comunicarse y sillas de ruedas para ayudarles a movilizarse, los niños con parálisis cerebral a menudo pueden hacer muchas de las cosas que hacen los niños sin el trastorno.
Los niños con parálisis cerebral son como los otros niños. La diferencia es que se enfrentan con desafíos que les dificultan las tareas de todos los días. Lo que más quieren es sentirse parte del grupo y ser aceptados. Si conoces a alguien con parálisis cerebral, sé paciente. Si no puedes comprender lo que dice una persona con parálisis cerebral o si esa persona demora más en hacer las cosas, dale más tiempo para que hable o se mueva. Ser comprensivo es parte de ser buen amigo, y un niño con parálisis cerebral sabrá apreciarlo verdaderamente.
¿Alguna vez has oído a un familiar hablar sobre tus primeros pasos o la primera palabra que pronunciaste? Para los niños con parálisis cerebral, los primeros pasos o la pronunciación de la primera palabra no son tan fáciles. Eso se debe a que la parálisis cerebral es un trastorno que puede afectar las actividades que los niños hacen todos los días.
Algunos niños con parálisis cerebral usan sillas de ruedas y otros caminan con la ayuda de muletas o aparatos ortopédicos. En algunos casos, un niño podría tener problemas del habla o no ser capaz de hablar.
La parálisis cerebral es un trastorno que afecta a miles de bebés y niños cada año. No es contagiosa, lo que significa que no puedes contraerla de una persona con parálisis cerebral. La palabra cerebral significa que tiene que ver con el cerebro. La palabra parálisis indica una debilidad o problema en la manera en la que una persona mueve o posiciona su cuerpo.
Un niño con parálisis cerebral tiene dificultades para controlar los músculos del cuerpo. Normalmente, el cerebro le dice al resto del cuerpo exactamente qué hacer y cuándo hacerlo. Pero como la parálisis cerebral afecta al cerebro, dependiendo de la parte del cerebro afectada, el niño podría no poder caminar, hablar, comer o jugar de la manera que lo hace la mayoría de los niños.
Los niños con parálisis cerebral son como los otros niños. La diferencia es que se enfrentan con desafíos que les dificultan las tareas de todos los días. Lo que más quieren es sentirse parte del grupo y ser aceptados. Si conoces a alguien con parálisis cerebral, sé paciente. Si no puedes comprender lo que dice una persona con parálisis cerebral o si esa persona demora más en hacer las cosas, dale más tiempo para que hable o se mueva. Ser comprensivo es parte de ser buen amigo, y un niño con parálisis cerebral sabrá apreciarlo verdaderamente.
¿Alguna vez has oído a un familiar hablar sobre tus primeros pasos o la primera palabra que pronunciaste? Para los niños con parálisis cerebral, los primeros pasos o la pronunciación de la primera palabra no son tan fáciles. Eso se debe a que la parálisis cerebral es un trastorno que puede afectar las actividades que los niños hacen todos los días.
Algunos niños con parálisis cerebral usan sillas de ruedas y otros caminan con la ayuda de muletas o aparatos ortopédicos. En algunos casos, un niño podría tener problemas del habla o no ser capaz de hablar.
La parálisis cerebral es un trastorno que afecta a miles de bebés y niños cada año. No es contagiosa, lo que significa que no puedes contraerla de una persona con parálisis cerebral. La palabra cerebral significa que tiene que ver con el cerebro. La palabra parálisis indica una debilidad o problema en la manera en la que una persona mueve o posiciona su cuerpo.
Un niño con parálisis cerebral tiene dificultades para controlar los músculos del cuerpo. Normalmente, el cerebro le dice al resto del cuerpo exactamente qué hacer y cuándo hacerlo. Pero como la parálisis cerebral afecta al cerebro, dependiendo de la parte del cerebro afectada, el niño podría no poder caminar, hablar, comer o jugar de la manera que lo hace la mayoría de los niños.
martes, 7 de septiembre de 2010
Hay muchos metodos que en realidad son fraudes !
Lo primero que tenemos que haser antes de haser cualquier tipo de desembolso es sersiorarnos que tiene la aprobacion de la sociedad de medisina, medicina ficica Rehabilitacion que esta avalado por el sector de la salud verificar el URL en caso de los Doctores que lo aplican o venden
asi como verificar por medio de ebidensia ficica que avale que es verdad lo que estan ofresiendo por ejemplo videos con evidencia de los pacientes antes de ser tratados asi como el proceso de tratamiento evoluciones la actual condicion del mismo despues contactar peresonas que lo ayan utilizado y corroboren que si funsiona tal como promete en fin recabar toda la informacion que pueda indicar que es fraudulento o no serlo.
se que en nuestros nos aferramos a cualquier esperanza que se nos brinde es por eso que personas inumanas abusan de nuestra desesperacion haciendo promezas que solo nos dejaran desgastados moral y ficicamente asi como desgastados los bolsillos
Recordemos que intentar otras opsiones no quiere desir que dejaremos su tratamiento terapias rehabilitacion ecxt podemos conbinar lo tradicional con los metodos nuevos apoyandonos siempre de u n profecional de nuestra confianza suerte nunca se rindan que la perseberancia constancia y dedicacion son el mejor modo de apoyar anuestros hijos
asi como verificar por medio de ebidensia ficica que avale que es verdad lo que estan ofresiendo por ejemplo videos con evidencia de los pacientes antes de ser tratados asi como el proceso de tratamiento evoluciones la actual condicion del mismo despues contactar peresonas que lo ayan utilizado y corroboren que si funsiona tal como promete en fin recabar toda la informacion que pueda indicar que es fraudulento o no serlo.
se que en nuestros nos aferramos a cualquier esperanza que se nos brinde es por eso que personas inumanas abusan de nuestra desesperacion haciendo promezas que solo nos dejaran desgastados moral y ficicamente asi como desgastados los bolsillos
Recordemos que intentar otras opsiones no quiere desir que dejaremos su tratamiento terapias rehabilitacion ecxt podemos conbinar lo tradicional con los metodos nuevos apoyandonos siempre de u n profecional de nuestra confianza suerte nunca se rindan que la perseberancia constancia y dedicacion son el mejor modo de apoyar anuestros hijos
EL METODO ABR ( Advanced Biomechanical Rehabilitacion)
en su casa, cada día, a las diez en punto
de la mañana, Sonia Castro (27) acuesta
en una camilla a Rocío, su hija de cuatro
años que tiene parálisis cerebral. La
camilla está al centro de una amplia pieza,
rodeada de repisas llenas de juguetes.
Con una almohadilla de esponja Sonia
presiona suavemente distintas partes del
cuerpo de su hija: la mandíbula, el cuello, el pecho, y le cuenta la
historia de un mono que se da un baño de burbujas, mientras
le pasa juguetes para entretenerla: un pianito, una flauta, una
pelota. Rocío juega y se ríe, repite algunos sonidos y acaricia a su
gata Paciencia, que se acuesta con ella en la camilla.
Esta rutina, que dura tres horas diarias, es un tratamiento de
rehabilitación. Se llama Advanced Biomechanical Rehabilitation,
ABR, y Sonia y su marido, Eduardo Kaftanski, fueron capacitados
en Argentina para aplicarlo en su hija. En poco más de
un año de esta terapia, Rocío ha hecho progresos que no logró
en tres años de rehabilitación con kinesiología, terapia ocupacional
y fonoaudiología, simultáneamente. Rocío no hablaba,
no sostenía la cabeza, no era capaz de tomar objetos con las
manos. Tenía tres años y no se podía sentar. Hoy, con ABR,
hace todo lo anterior y ha comenzado a decir mamá y papá.
Un diagnóstico lapidario
Encontrar la forma de ayudar a su hija fue un proceso colmado
de frustraciones. En agosto de 2004 Rocío nació prematura,
a las 32 semanas, por una infección intrauterina. Pasó un
mes en la unidad de Neonatología y el día en que le dieron el
alta el doctor a cargo informó a Sonia y Eduardo de que su hija
tenía parálisis cerebral.
–Rocío tiene leucomalasia periventricular– dijo el neonatólogo.
–¿Qué es eso?– preguntó Sonia, con su guagua en brazos.
Eduardo estaba a su lado.
–Un severo daño cerebral. Hay quistes en la materia blanca
del cerebro– dijo el doctor mostrando una resonancia magnética
de la niña. Prácticamente todo lo que debía ser blanco en
la imagen estaba negro.
–Es probable que nunca camine ni que logre hablar– agregó
el doctor.
Sonia y Eduardo se negaron a creer que el futuro de Rocío
fuera tan negro. Leyeron todo lo que encontraron en internet
y pidieron orientación al pediatra, la neuróloga y la fisiatra que
evaluaron a Rocío. Así supieron que el síndrome de parálisis
cerebral equivale a discapacidad, es causado por una lesión
cerebral que ocurre en el útero o en los primeros años de vida
y que se caracteriza por una alteración del sistema motor, el
tono de los músculos y la actividad refleja, lo que dificulta los
movimientos y los logros propios del neurodesarrollo, como
sentarse o hablar.
La rehabilitación de Rocío empezó a los dos meses de vida
con sesiones de kinesiología y terapia ocupacional. Cuando
cumplió un año se sumaron horas de fonoaudiología e hidroterapia.
A los dos años recibió infiltraciones de bótox para relajar
la rigidez de sus brazos y piernas, efecto que sólo duraba unos
meses. Usaba día y noche órtesis en los pies, unas botitas que
los dejan en posición recta y pasaba algunas horas al día amarrada
a una tabla, llamada de pronación, para practicar la posición
de pie, lo que la hacía llorar desconsoladamente.
“‘¡No es posible que se beneficie con algo que le causa tanto
sufrimiento!’, les reclamamos a los doctores. Nos negamos a
seguir amarrándola a la tabla. Estábamos decepcionados de la
medicina y de sus tratamientos”, dice Sonia. Rocío pasaba todo
el día en terapia y no tenía tiempo libre para jugar ni ir a la plaza.
Los padres gastaban 600 mil pesos mensuales en tratamientos
y reforzaban los ejercicios en la casa. Sin embargo, la niña no
avanzaba, al menos físicamente. “Sus únicos logros eran en
el aspecto social: se reía, seguía órdenes, repetía vocales. Nos
sentíamos en un callejón sin salida: de las terapias sólo obteníamos
fracasos, pero no podíamos dejarlas, porque eran lo
único que la medicina nos ofrecía”, dice Sonia.
El video milagroso
Sonia descubrió ABR leyendo blogs en inglés. Sus favoritos
eran terriblepalsy.wordpress.com, el blog de la australiana
Jacqui, y ryntales.blogspot.com, de la estadounidense Kathryn,
ambas madres de niños menores de siete años con daño cerebral.
Lo que a Sonia más le gustaba de esos blogs era la tranquilidad
que irradiaban esas mujeres y quiso descubrir cómo
esas madres del primer mundo rehabilitaban a sus niños.
“La sigla ABR empezó a repetirse en los relatos de esas
mamás. Cuando entendí que se trataba de una nueva terapia,
me entusiasmé: yo seguía muchos blogs de padres con hijos
con parálisis cerebral y de todos, los niños que mejor estaban
eran Moo, el hijo de Jacqui, y Ellie, la hija de Kathryn. Moo aparecía
en un video sentándose solo; se veía súper natural. Es
decir, su cuerpo no estaba chueco ni rígido como el de Rocío.
Movía sus brazos con una soltura impresionante para ser un
niño con daño cerebral. Que Rocío se sentara y moviera así sus
brazos estaba lejos de lo que me atrevía a esperar”, dice Sonia.
Rocío, que ya tenía 3 años, no podía sostener por muchos
segundos su cabeza, que se le desplomaba sobre el pecho.
Usaba varios baberos al día, porque no cerraba la boca. A pesardel trabajo con la fonoaudióloga, seguía usando mamadera y
comiendo papilla, porque no aprendía a masticar. Sus brazos
permanecían recogidos y pegados al tronco, por lo que resultaba
muy difícil que tomara alguna cosa. Y sus piernas rígidas
eran incapaces de sostener el peso de su cuerpo. Los nulos
logros de su rehabilitación le daban la razón al pronóstico de
los doctores: Rocío no mejoraba.
“Al parecer hay luz al fondo del camino: una terapia nueva
que se llama ABR”, anotó Sonia en el blog que había comenzado
a escribir por las noches, como una forma de desahogarse
y de entrar en contacto con padres chilenos que tuvieran
hijos con parálisis cerebral. Llamó a su blog mamaterapeuta.
cl, convencida de que la rehabilitación de un hijo con parálisis
dependía del compromiso de sus padres.
Y esto es lo que Sonia, hace ya más de un año, averiguó:
ABR es un método de rehabilitación que empezó a usarse en
1999 en Bélgica en pacientes con daño neurológico que sufren
desórdenes motrices o deformidades corporales. Su inventor,
Leonid Blyum, es un matemático ruso, hijo de un médico especializado
en problemas de columna y deformidades articulares,
como la escoliosis y la luxación de cadera. Inspirado en
el trabajo de su padre, que había conseguido avances en sus
pacientes con una técnica manual parecida a un suave masaje,
Blyum desarrolló los fundamentos teóricos y perfeccionó el
método para corregir deformidades músculo-esqueléticas en
niños y jóvenes con parálisis cerebral.
Las terapias tradicionales apuntan a mejorar las limitadas
funciones motoras de los niños con parálisis (girar la cabeza,
mover los brazos) trabajando directamente los músculos del
cuerpo, como los bíceps o cuádriceps, que están sin volumen,
tono y resistencia a causa de la parálisis. La terapia desarrollada
por Blyum, en cambio, plantea un paradigma nuevo de rehabilitación.
ABR ataca el problema profundo: lo primero que hace
es restaurar la estructura de ese sistema muscular, algo que
hasta ahora se consideraba imposible.
Siguiendo principios de la biomecánica, Blyum sostiene que
se puede corregir la estructura esquelética si se recupera el tono
de la musculatura lisa, aquella que recubre los órganos internos
y se relaciona directamente con actividades fisiológicas, como
la respiración o la digestión. Esto se logra con suaves presiones,
diseñadas por él en zonas específicas del cuerpo, lo que produce
un efecto neumático, como un bombeo.
“Imagina que el diafragma es un globo”, explica Eduardo, el
marido de Sonia, que luego de mucho estudiar de qué se trataba
ABR logró hacerse una idea cabal del sistema. “Si el globo
está desinflado los omoplatos no tienen dónde apoyarse ni
tampoco las clavículas, que están sueltas; por eso, los brazos
quedan pegados al cuerpo. Si aumentas el volumen del globo,
toda la estructura mejora: los omoplatos y las clavículas tienen
soporte y los brazos automáticamente se levantan. Lo que hace
ABR al trabajar la musculatura lisa es inflar este globo. Hecho
esto, el tono muscular se normaliza y los brazos y piernas recuperan
el rango de movilidad normal”, dice.
Sonia se comunicó con el centro de ABR en Canadá, que en
2007 era el más cercano a Chile; los demás estaban en Bélgica,
Alemania, Dinamarca y Singapur. En respuesta recibió un video
ilustrativo de la terapia. En él se veía la rehabilitación de Helen,
una niña con parálisis cerebral que comenzó a ser tratada por
su madre con ABR en Bélgica a los 18 meses. No gateaba y
para mover la cabeza debía girar su cuerpo en bloque, ya que
sus miembros no lograban moverse con independencia. Tres
años después, a los 5 años, Helen tenía una postura corporal
correcta, se sentaba y caminaba con soltura; le lanzaban un
globo, lo atajaba en el aire y ella lo tiraba de vuelta.
Sonia se convenció: tenían que probar esta terapia. Pero
su marido tenía dudas. “Era tan bueno que costaba creerlo”,
dice Eduardo. Buscando argumentos para convencerlo, Sonia
escribió a ABR Canadá para saber cuándo darían algún curso
para enseñarles la terapia a padres. Entonces recibió una buena
noticia: Nora Pellejero, abuela argentina de un niño con parálisis
cerebral que en dos oportunidades había viajado a Canadá,
había reunido a 19 familias de Rosario y Buenos Aires que querían
seguir ABR. Un grupo de terapeutas canadienses viajaría
en enero de 2008 a Argentina a enseñar la terapia. La evaluación
y el entrenamiento para realizar ABR en casa durante los
primeros seis meses –tras lo cual los niños debían ser nuevamente
evaluados– costaba 1.750 dólares (casi 3 millones
de pesos). Eduardo, que es ingeniero, calculó que era mucho
menos de lo que gastaban en la rehabilitación tradicional que
no había funcionado. Reservaron pasajes a Buenos Aires.
Rocío es otra niña
Es lunes, son las tres de la tarde y hay sol. Sonia le pone un
pinche rojo a Rocío y la acomoda en un coche especial que
mandó a hacer; se niega a trasladar a su hija en silla de ruedas.
“Son aparatosas, llaman mucho la atención”, dice. Así, en coche
y cantándole una canción del eco, avanza las cinco cuadras que
separan su departamento del jardín infantil de integración El
Manzano, al que su hija va por las tardes desde hace un año.
Rocío está en el nivel medio mayor y hoy regresa a clases luego
de unos días en la casa a causa de un resfrío.
–Llegó la Rocíiiiio– gritan sus compañeros y se acercan a
abrazarla. Rocío se ríe.
Sonia se animó a matricular a su hija en un jardín cuando
de la mañana, Sonia Castro (27) acuesta
en una camilla a Rocío, su hija de cuatro
años que tiene parálisis cerebral. La
camilla está al centro de una amplia pieza,
rodeada de repisas llenas de juguetes.
Con una almohadilla de esponja Sonia
presiona suavemente distintas partes del
cuerpo de su hija: la mandíbula, el cuello, el pecho, y le cuenta la
historia de un mono que se da un baño de burbujas, mientras
le pasa juguetes para entretenerla: un pianito, una flauta, una
pelota. Rocío juega y se ríe, repite algunos sonidos y acaricia a su
gata Paciencia, que se acuesta con ella en la camilla.
Esta rutina, que dura tres horas diarias, es un tratamiento de
rehabilitación. Se llama Advanced Biomechanical Rehabilitation,
ABR, y Sonia y su marido, Eduardo Kaftanski, fueron capacitados
en Argentina para aplicarlo en su hija. En poco más de
un año de esta terapia, Rocío ha hecho progresos que no logró
en tres años de rehabilitación con kinesiología, terapia ocupacional
y fonoaudiología, simultáneamente. Rocío no hablaba,
no sostenía la cabeza, no era capaz de tomar objetos con las
manos. Tenía tres años y no se podía sentar. Hoy, con ABR,
hace todo lo anterior y ha comenzado a decir mamá y papá.
Un diagnóstico lapidario
Encontrar la forma de ayudar a su hija fue un proceso colmado
de frustraciones. En agosto de 2004 Rocío nació prematura,
a las 32 semanas, por una infección intrauterina. Pasó un
mes en la unidad de Neonatología y el día en que le dieron el
alta el doctor a cargo informó a Sonia y Eduardo de que su hija
tenía parálisis cerebral.
–Rocío tiene leucomalasia periventricular– dijo el neonatólogo.
–¿Qué es eso?– preguntó Sonia, con su guagua en brazos.
Eduardo estaba a su lado.
–Un severo daño cerebral. Hay quistes en la materia blanca
del cerebro– dijo el doctor mostrando una resonancia magnética
de la niña. Prácticamente todo lo que debía ser blanco en
la imagen estaba negro.
–Es probable que nunca camine ni que logre hablar– agregó
el doctor.
Sonia y Eduardo se negaron a creer que el futuro de Rocío
fuera tan negro. Leyeron todo lo que encontraron en internet
y pidieron orientación al pediatra, la neuróloga y la fisiatra que
evaluaron a Rocío. Así supieron que el síndrome de parálisis
cerebral equivale a discapacidad, es causado por una lesión
cerebral que ocurre en el útero o en los primeros años de vida
y que se caracteriza por una alteración del sistema motor, el
tono de los músculos y la actividad refleja, lo que dificulta los
movimientos y los logros propios del neurodesarrollo, como
sentarse o hablar.
La rehabilitación de Rocío empezó a los dos meses de vida
con sesiones de kinesiología y terapia ocupacional. Cuando
cumplió un año se sumaron horas de fonoaudiología e hidroterapia.
A los dos años recibió infiltraciones de bótox para relajar
la rigidez de sus brazos y piernas, efecto que sólo duraba unos
meses. Usaba día y noche órtesis en los pies, unas botitas que
los dejan en posición recta y pasaba algunas horas al día amarrada
a una tabla, llamada de pronación, para practicar la posición
de pie, lo que la hacía llorar desconsoladamente.
“‘¡No es posible que se beneficie con algo que le causa tanto
sufrimiento!’, les reclamamos a los doctores. Nos negamos a
seguir amarrándola a la tabla. Estábamos decepcionados de la
medicina y de sus tratamientos”, dice Sonia. Rocío pasaba todo
el día en terapia y no tenía tiempo libre para jugar ni ir a la plaza.
Los padres gastaban 600 mil pesos mensuales en tratamientos
y reforzaban los ejercicios en la casa. Sin embargo, la niña no
avanzaba, al menos físicamente. “Sus únicos logros eran en
el aspecto social: se reía, seguía órdenes, repetía vocales. Nos
sentíamos en un callejón sin salida: de las terapias sólo obteníamos
fracasos, pero no podíamos dejarlas, porque eran lo
único que la medicina nos ofrecía”, dice Sonia.
El video milagroso
Sonia descubrió ABR leyendo blogs en inglés. Sus favoritos
eran terriblepalsy.wordpress.com, el blog de la australiana
Jacqui, y ryntales.blogspot.com, de la estadounidense Kathryn,
ambas madres de niños menores de siete años con daño cerebral.
Lo que a Sonia más le gustaba de esos blogs era la tranquilidad
que irradiaban esas mujeres y quiso descubrir cómo
esas madres del primer mundo rehabilitaban a sus niños.
“La sigla ABR empezó a repetirse en los relatos de esas
mamás. Cuando entendí que se trataba de una nueva terapia,
me entusiasmé: yo seguía muchos blogs de padres con hijos
con parálisis cerebral y de todos, los niños que mejor estaban
eran Moo, el hijo de Jacqui, y Ellie, la hija de Kathryn. Moo aparecía
en un video sentándose solo; se veía súper natural. Es
decir, su cuerpo no estaba chueco ni rígido como el de Rocío.
Movía sus brazos con una soltura impresionante para ser un
niño con daño cerebral. Que Rocío se sentara y moviera así sus
brazos estaba lejos de lo que me atrevía a esperar”, dice Sonia.
Rocío, que ya tenía 3 años, no podía sostener por muchos
segundos su cabeza, que se le desplomaba sobre el pecho.
Usaba varios baberos al día, porque no cerraba la boca. A pesardel trabajo con la fonoaudióloga, seguía usando mamadera y
comiendo papilla, porque no aprendía a masticar. Sus brazos
permanecían recogidos y pegados al tronco, por lo que resultaba
muy difícil que tomara alguna cosa. Y sus piernas rígidas
eran incapaces de sostener el peso de su cuerpo. Los nulos
logros de su rehabilitación le daban la razón al pronóstico de
los doctores: Rocío no mejoraba.
“Al parecer hay luz al fondo del camino: una terapia nueva
que se llama ABR”, anotó Sonia en el blog que había comenzado
a escribir por las noches, como una forma de desahogarse
y de entrar en contacto con padres chilenos que tuvieran
hijos con parálisis cerebral. Llamó a su blog mamaterapeuta.
cl, convencida de que la rehabilitación de un hijo con parálisis
dependía del compromiso de sus padres.
Y esto es lo que Sonia, hace ya más de un año, averiguó:
ABR es un método de rehabilitación que empezó a usarse en
1999 en Bélgica en pacientes con daño neurológico que sufren
desórdenes motrices o deformidades corporales. Su inventor,
Leonid Blyum, es un matemático ruso, hijo de un médico especializado
en problemas de columna y deformidades articulares,
como la escoliosis y la luxación de cadera. Inspirado en
el trabajo de su padre, que había conseguido avances en sus
pacientes con una técnica manual parecida a un suave masaje,
Blyum desarrolló los fundamentos teóricos y perfeccionó el
método para corregir deformidades músculo-esqueléticas en
niños y jóvenes con parálisis cerebral.
Las terapias tradicionales apuntan a mejorar las limitadas
funciones motoras de los niños con parálisis (girar la cabeza,
mover los brazos) trabajando directamente los músculos del
cuerpo, como los bíceps o cuádriceps, que están sin volumen,
tono y resistencia a causa de la parálisis. La terapia desarrollada
por Blyum, en cambio, plantea un paradigma nuevo de rehabilitación.
ABR ataca el problema profundo: lo primero que hace
es restaurar la estructura de ese sistema muscular, algo que
hasta ahora se consideraba imposible.
Siguiendo principios de la biomecánica, Blyum sostiene que
se puede corregir la estructura esquelética si se recupera el tono
de la musculatura lisa, aquella que recubre los órganos internos
y se relaciona directamente con actividades fisiológicas, como
la respiración o la digestión. Esto se logra con suaves presiones,
diseñadas por él en zonas específicas del cuerpo, lo que produce
un efecto neumático, como un bombeo.
“Imagina que el diafragma es un globo”, explica Eduardo, el
marido de Sonia, que luego de mucho estudiar de qué se trataba
ABR logró hacerse una idea cabal del sistema. “Si el globo
está desinflado los omoplatos no tienen dónde apoyarse ni
tampoco las clavículas, que están sueltas; por eso, los brazos
quedan pegados al cuerpo. Si aumentas el volumen del globo,
toda la estructura mejora: los omoplatos y las clavículas tienen
soporte y los brazos automáticamente se levantan. Lo que hace
ABR al trabajar la musculatura lisa es inflar este globo. Hecho
esto, el tono muscular se normaliza y los brazos y piernas recuperan
el rango de movilidad normal”, dice.
Sonia se comunicó con el centro de ABR en Canadá, que en
2007 era el más cercano a Chile; los demás estaban en Bélgica,
Alemania, Dinamarca y Singapur. En respuesta recibió un video
ilustrativo de la terapia. En él se veía la rehabilitación de Helen,
una niña con parálisis cerebral que comenzó a ser tratada por
su madre con ABR en Bélgica a los 18 meses. No gateaba y
para mover la cabeza debía girar su cuerpo en bloque, ya que
sus miembros no lograban moverse con independencia. Tres
años después, a los 5 años, Helen tenía una postura corporal
correcta, se sentaba y caminaba con soltura; le lanzaban un
globo, lo atajaba en el aire y ella lo tiraba de vuelta.
Sonia se convenció: tenían que probar esta terapia. Pero
su marido tenía dudas. “Era tan bueno que costaba creerlo”,
dice Eduardo. Buscando argumentos para convencerlo, Sonia
escribió a ABR Canadá para saber cuándo darían algún curso
para enseñarles la terapia a padres. Entonces recibió una buena
noticia: Nora Pellejero, abuela argentina de un niño con parálisis
cerebral que en dos oportunidades había viajado a Canadá,
había reunido a 19 familias de Rosario y Buenos Aires que querían
seguir ABR. Un grupo de terapeutas canadienses viajaría
en enero de 2008 a Argentina a enseñar la terapia. La evaluación
y el entrenamiento para realizar ABR en casa durante los
primeros seis meses –tras lo cual los niños debían ser nuevamente
evaluados– costaba 1.750 dólares (casi 3 millones
de pesos). Eduardo, que es ingeniero, calculó que era mucho
menos de lo que gastaban en la rehabilitación tradicional que
no había funcionado. Reservaron pasajes a Buenos Aires.
Rocío es otra niña
Es lunes, son las tres de la tarde y hay sol. Sonia le pone un
pinche rojo a Rocío y la acomoda en un coche especial que
mandó a hacer; se niega a trasladar a su hija en silla de ruedas.
“Son aparatosas, llaman mucho la atención”, dice. Así, en coche
y cantándole una canción del eco, avanza las cinco cuadras que
separan su departamento del jardín infantil de integración El
Manzano, al que su hija va por las tardes desde hace un año.
Rocío está en el nivel medio mayor y hoy regresa a clases luego
de unos días en la casa a causa de un resfrío.
–Llegó la Rocíiiiio– gritan sus compañeros y se acercan a
abrazarla. Rocío se ríe.
Sonia se animó a matricular a su hija en un jardín cuando
El METODO THERASUIT
El Método Therasuit es un programa utilizado para rehabilitar los desórdenes neurológicos y sensoriales; patentado y registrado ante el “Food and Drug Administration” en el año 2001 por sus creadores Richard e Izabela koscienlny siendo reconocido por la comunidad científica norteamericana y actualmente aplicado en Hospitales de Europa, Estados Unidos y el resto del mundo. El Centro de Terapia y Aprendizaje del movimiento lo trae ahora para su servicio aquí en México.
EL METODO THERASUIT Consta de un traje ortopédico liviano formado por gorra, chaleco, short, rodilleras y correas para los zapatos, los cuales son conectados entre sí a través de un sistema de bandas elásticas por lo que el cuerpo del paciente se alinea encontrando el punto de equilibrio y balance, adquiriendo con esto fuerza y coordinación.
A medida que el paciente progresa, las bandas elásticas se ajustan con mayor tensión para dar resistencia, permitiendo ganar mayor fuerza. Esta restauración de la postura y la apropiada función de los músculos posturales permiten el aprendizaje o re-aprendizaje de loa patrones del movimiento correcto que se traducen en la mejora de las habilidades de la vida independiente y la autosuficiencia personal.
EL METODO THERASUIT cuenta con la Unidad de Ejercicio Universal que se divide en dos partes: La primera es llamada spidercage que es un sistema de bandas de las cuales el niño se sujeta y se mueve libremente en el espacio. La segunda, es un sistema de poleas utilizado para adquirir fortaleza muscular.
El método TheraSuit consiste en un intenso, específico y personal programa de ejercicios que combina el traje TheraSuit y la Unidad de Ejercicio Universal, usando otras herramientas como el calor, masaje y terapia vibratoria para producir mejor circulación en el cuerpo, creando condiciones idóneas de función muscular para mejores resultados dentro del programa de trabajo intensivo.
Sus objetivos principales son:
Normalizar el tono muscular
Incrementa el rango de movilidad articular
Aumentar fuerza y resistencia
Lograr un mayor control sobre los grupos musculares recién fortalecidos para que el paciente pueda mejorar sus habilidades y logre alcanzar el mayor grado de independencia.
A quién se aplica el Método therasuit
Es aplicable a toda persona con Parálisis Cerebral, traumatismo craneoencefálico, Síndrome de Down, espina bífida, y problemas con retardo en el desarrollo; atendiendo las principales problemáticas como: Ataxia, Atetosis, espasticidad, Hipotonía, Problemas de equilibrio y Alteraciones de la postura.
Los Beneficios que ofrece el Método TheraSuit son:
Estimula el cerebro para re-educar el Sistema nervioso Central
Reduce los reflejos patológicos
Mejora la Propiocepción
Recupera los patrones posturales y del movimiento
Corrige el alineamiento del cuerpo a una postura lo más cercana a lo normal
Mejora el sistema Vestibular
Proporciona estimulación Tactíl
Acelera el progreso de los movimientos y las habilidades funcionales recién adquiridas
Mejora la conciencia corporal y espacial
Mejora la densidad ósea.
Ayuda a disminuir las contracturas
Mejora el balance y la coordinación
Corrige el patrón de la marcha
Las habilidades de la motricidad fina y gruesa pueden verse mejoradas hasta en un 94% de los pacientes y, la producción y fluidez del lenguaje en el 64%.
El Programa Intensivo está estructurado de la siguiente manera:
Asistencia de 3 a 4 horas al día los 5 días de la semana por un periodo de 3 a 4 semanas.
En la primera semana el trabajo se enfoca a organizar el tono muscular así como disminuir los patrones de movimientos inadecuados y patológicos y, se incrementan los patrones de movimiento activo correctos así como el desarrollo general de la fuerza.
En la segunda semana de trabajo se refuerzan los grupos de músculos específicos del movimiento para que éste se realice con mayor fluidez
En la tercera semana, con base a los logros alcanzados en fuerza y resistencia se busca mejorar el nivel de funcionalidad del paciente.
El potencial máximo alcanzado por el paciente estará relacionado directamente con su diagnóstico, grado de impedimentos, inteligencia, edad, historial, tratamientos previos, receptividad a su ambiente externo, motivación y cooperación durante el tratamiento. Así mismo dependerá directamente de la cooperación y disponibilidad de los padres o tutor tanto en el proceso de tratamiento como en el seguimiento en el hogar.
Un día típico de trabajo estará conformado de la siguiente manera:
1. Calor y masaje del tejido profundo
2. Estabilización del tono y técnicas de integración sensorial
3. Disminución de movimientos patológicos
4. Incremento de movimientos activos apropiados
5. Estiramiento de los grupos musculares específicos responsables del movimiento funcional
6. Ejercicios de resistencia progresivos para fortalecimiento.
7. Equilibrio y coordinación
8. Transferencia para actividades funcionales
9. Entrenamiento de la marcha.
Política de cancelación:
Si necesita cancelar una sesión por razones médicas, solicite su reprogramación a la mayor brevedad posible.
Si el programa intensivo es suspendido por causas de fuerza mayor, usted podrá reprogramar las sesiones restantes en un plazo no mayor a un año.
En caso de la cancelación definitiva del tratamiento, éste tiene un carácter intransferible, debiéndose pagar el número de semanas avanzadas mas el 20% del total del tratamiento.
Por favor reporte al centro la presencia de cualquiera de los siguientes síntomas en el paciente:
v Fiebre
v Mucosidad excesiva
v Vómito o diarrea
v Dificultad para respirar
v Tos
v Enfermedades infeccionas como: salpullido, varicela,…
v Otras
Si el paciente enferma durante la sesión de trabajo se requerirá de la autorización del padre o tutor para trasladarlo de inmediato al Hospital mas cercano para una revisión medica y así asegurar la integridad del paciente.
“””””””Ayudémoslo a potencializar su desarrollo y a alcanzar sus sueños””””””
EL METODO THERASUIT Consta de un traje ortopédico liviano formado por gorra, chaleco, short, rodilleras y correas para los zapatos, los cuales son conectados entre sí a través de un sistema de bandas elásticas por lo que el cuerpo del paciente se alinea encontrando el punto de equilibrio y balance, adquiriendo con esto fuerza y coordinación.
A medida que el paciente progresa, las bandas elásticas se ajustan con mayor tensión para dar resistencia, permitiendo ganar mayor fuerza. Esta restauración de la postura y la apropiada función de los músculos posturales permiten el aprendizaje o re-aprendizaje de loa patrones del movimiento correcto que se traducen en la mejora de las habilidades de la vida independiente y la autosuficiencia personal.
EL METODO THERASUIT cuenta con la Unidad de Ejercicio Universal que se divide en dos partes: La primera es llamada spidercage que es un sistema de bandas de las cuales el niño se sujeta y se mueve libremente en el espacio. La segunda, es un sistema de poleas utilizado para adquirir fortaleza muscular.
El método TheraSuit consiste en un intenso, específico y personal programa de ejercicios que combina el traje TheraSuit y la Unidad de Ejercicio Universal, usando otras herramientas como el calor, masaje y terapia vibratoria para producir mejor circulación en el cuerpo, creando condiciones idóneas de función muscular para mejores resultados dentro del programa de trabajo intensivo.
Sus objetivos principales son:
Normalizar el tono muscular
Incrementa el rango de movilidad articular
Aumentar fuerza y resistencia
Lograr un mayor control sobre los grupos musculares recién fortalecidos para que el paciente pueda mejorar sus habilidades y logre alcanzar el mayor grado de independencia.
A quién se aplica el Método therasuit
Es aplicable a toda persona con Parálisis Cerebral, traumatismo craneoencefálico, Síndrome de Down, espina bífida, y problemas con retardo en el desarrollo; atendiendo las principales problemáticas como: Ataxia, Atetosis, espasticidad, Hipotonía, Problemas de equilibrio y Alteraciones de la postura.
Los Beneficios que ofrece el Método TheraSuit son:
Estimula el cerebro para re-educar el Sistema nervioso Central
Reduce los reflejos patológicos
Mejora la Propiocepción
Recupera los patrones posturales y del movimiento
Corrige el alineamiento del cuerpo a una postura lo más cercana a lo normal
Mejora el sistema Vestibular
Proporciona estimulación Tactíl
Acelera el progreso de los movimientos y las habilidades funcionales recién adquiridas
Mejora la conciencia corporal y espacial
Mejora la densidad ósea.
Ayuda a disminuir las contracturas
Mejora el balance y la coordinación
Corrige el patrón de la marcha
Las habilidades de la motricidad fina y gruesa pueden verse mejoradas hasta en un 94% de los pacientes y, la producción y fluidez del lenguaje en el 64%.
El Programa Intensivo está estructurado de la siguiente manera:
Asistencia de 3 a 4 horas al día los 5 días de la semana por un periodo de 3 a 4 semanas.
En la primera semana el trabajo se enfoca a organizar el tono muscular así como disminuir los patrones de movimientos inadecuados y patológicos y, se incrementan los patrones de movimiento activo correctos así como el desarrollo general de la fuerza.
En la segunda semana de trabajo se refuerzan los grupos de músculos específicos del movimiento para que éste se realice con mayor fluidez
En la tercera semana, con base a los logros alcanzados en fuerza y resistencia se busca mejorar el nivel de funcionalidad del paciente.
El potencial máximo alcanzado por el paciente estará relacionado directamente con su diagnóstico, grado de impedimentos, inteligencia, edad, historial, tratamientos previos, receptividad a su ambiente externo, motivación y cooperación durante el tratamiento. Así mismo dependerá directamente de la cooperación y disponibilidad de los padres o tutor tanto en el proceso de tratamiento como en el seguimiento en el hogar.
Un día típico de trabajo estará conformado de la siguiente manera:
1. Calor y masaje del tejido profundo
2. Estabilización del tono y técnicas de integración sensorial
3. Disminución de movimientos patológicos
4. Incremento de movimientos activos apropiados
5. Estiramiento de los grupos musculares específicos responsables del movimiento funcional
6. Ejercicios de resistencia progresivos para fortalecimiento.
7. Equilibrio y coordinación
8. Transferencia para actividades funcionales
9. Entrenamiento de la marcha.
Política de cancelación:
Si necesita cancelar una sesión por razones médicas, solicite su reprogramación a la mayor brevedad posible.
Si el programa intensivo es suspendido por causas de fuerza mayor, usted podrá reprogramar las sesiones restantes en un plazo no mayor a un año.
En caso de la cancelación definitiva del tratamiento, éste tiene un carácter intransferible, debiéndose pagar el número de semanas avanzadas mas el 20% del total del tratamiento.
Por favor reporte al centro la presencia de cualquiera de los siguientes síntomas en el paciente:
v Fiebre
v Mucosidad excesiva
v Vómito o diarrea
v Dificultad para respirar
v Tos
v Enfermedades infeccionas como: salpullido, varicela,…
v Otras
Si el paciente enferma durante la sesión de trabajo se requerirá de la autorización del padre o tutor para trasladarlo de inmediato al Hospital mas cercano para una revisión medica y así asegurar la integridad del paciente.
“””””””Ayudémoslo a potencializar su desarrollo y a alcanzar sus sueños””””””
Programación logopédica aplicada al caso clínico. Comunicacion y Deglucion
Metodología
Trabajaremos en este taller la comunicación y deglución atípica.
Todos los días seguimos una misma pauta de actuación:
Relajación.
Fonación.
Deglución.
1. Relajación
1.1 En cuanto a la relajación, utilizamos técnicas de relajación pasiva, mediante masajes en la cara y cintura escapular.
Colocamos al niño sentado sobre nuestras rodillas para que se vaya acostumbrando a esta postura que facilita tanto la articulación oral como la deglución de alimentos y líquidos (fig.1).
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Fig. 1. Posición de sentado sobre las rodillas del logopeda para facilitar
la articulación oral y la deglución.
Nuestra mano izquierda la ponemos sujetando su cuello ya que no mantiene control cefálico. En esta posición comenzaremos el masaje pasándole un instrumento de masaje por la cara, suavemente, con movimientos circulares, por la frente, la nariz, las mejillas y alrededor de los labios intentando, mientras pasamos el aparato masajeador rodeando los labios, que el niño consiga cerrar así la boca, repitiendo seguidamente los movimientos anteriores.
Seguidamente masajeamos la misma zona con las manos, también realizando movimientos circulares y seguiremos masajeando el cuello de arriba abajo a ambos lados hasta los hombros, ídem por delante y por detrás del cuello, ídem con el cuello girado lateralmente, insistiendo en la zona del esternocleidomastoideo.
En esta etapa, como necesitamos ambas manos para realizar los ejercicios, una de las piernas las subimos, vertical al suelo, para así sujetar la cabeza del niño.
Mientras le realizamos la relajación, no hay que mantenerse callado sino que le contaremos lo que estamos haciendo, para qué se lo hacemos, lo que haremos después… le hacemos preguntas…
1.2 A continuación nos centramos en la relajación de los labios mediante ejercicios pasivos de los labios (estirar y fruncir).
- Realizamos movimientos circulares y con una ligera presión sobre el orbicular de los labios, tanto en la rama superior como en la inferior.
Combinamos dichos movimientos circulares con pequeños estiramientos de ambos labios y en todas direcciones.
- Cogemos fuertemente los labios pinzándolos con los dedos y estirándolos.
Primero, cogemos el labio superior y lo estiramos hacia abajo cubriendo el inferior. A continuación, realizamos estiramientos hacia fuera y en todas direcciones.
Estos ejercicios pasivos van destinados a la relajación de toda la zona oral y perioral para conseguir la vocalización de sonidos y fonemas, además de preparar la zona para la masticación y deglución.
2. Fonación
A continuación, le pedimos que emita algún sonido o el fonema /a/ que sabemos que puede decirlo de manera clara. Se pronuncian sonidos en la oreja del niño, y se estimula a éste para que los repita. Para conseguirlo, ya que a veces le resulta dificultoso, le hacemos todo tipo de preguntas; por ejemplo: “cómo ha ido el fin de semana, fuiste a algún sitio con los papás, escuchaste algún cuento…” Así, pronto o tarde, pronunciará un sonido. En cuanto emita cualquier sonido lo celebramos, una simple sonrisa debe ser recompensada.
Cuando nuestro paciente emite la vocal /a/ además de ser una emisión retrasada, debido esto a un asincronismo entre la espiración y el funcionamiento de las cuerdas vocales, la intensidad de la voz suele ser débil o decae rápidamente después del principio del sonido, debido a la vibración insuficiente de las cuerdas vocales.
Para conseguir que el niño logre producir la voz recurrimos, al igual que en el taller de logopedia, al movimiento.
Aprovechamos las espiraciones bucales asociadas al sonido (vocales) empujando suavemente con la mano, plana, haciéndola vibrar con la mayor rapidez posible, sobre el diafragma y el pecho.
Deglución.
En el examen de deglución:
- En primer lugar, observamos la deglución de la saliva.
- Después, degluciones con líquidos, observando su patrón deglutorio.
- Repetimos la operación mientras mastica algún alimento sólido.
Hemos observado que presenta problemas en la deglución. No mastica ni es capaz de beber en vaso, todo esto unido a sus graves problemas de la musculatura oral: persiste el reflejo de mordida, alteración del tono en labios y lengua y escaso movimiento de la mandíbula.
Debemos corregir las alteraciones de la mandíbula ejercitando un control de ésta con el fin de facilitar la alimentación y la verbalización.
Algunos ejercicios para facilitar ese control:
-. Sujetamos la mandíbula del niño con la mano derecha, aplicando el dedo pulgar sobre la articulación de la mandíbula, el dedo índice entre el mentón y el labio inferior y el dedo corazón debajo del mentón, ejerciendo entonces una presión constante (fig.2).
-. Si lo colocamos de frente al logopeda, ejercitamos también presión constante con
la mano derecha sobre la mandíbula infantil, situando el dedo pulgar entre el mentón y el labio inferior, el dedo índice sobre la articulación de la mandíbula, y el dedo corazón debajo del mentón (fig. 3).
Fig. 2. Control de la mandíbula del niño, colocado a la derecha del logopeda. Fig. 3. Control de la mandíbula del niño, colocado frente al logopeda.
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Mientras realizamos dichos ejercicios, sostenemos con la mano izquierda la cabeza del niño, manteniéndola recta y con el cuello ligeramente inclinado. El niño rehúsa las primeras tentativas, pero es preciso darle tiempo para que se vaya adaptando, y pronto se descubrirá que, poco a poco, acepta la ayuda.
- Mejorar la ingesta de líquidos y sólidos
Líquidos: Trabajamos la deglución de una pequeña cantidad de agua que le vamos introduciendo poco a poco en la cavidad bucal mediante una jeringa.
Sólidos: Trabajamos la deglución de sólidos mediante un taco de jamón. Cortamos un trozo alargado del tamaño de un dedo. Sosteniéndolo por una parte, introducimos la otra en la boca del niño, el cual, controlándole la mandíbula, lo masticará y extraerá su jugo. Al mismo tiempo aprende a tragar.
Si durante el tratamiento, el niño traga un trozo de jamón y se atraganta, habrá que enderezarlo prontamente a la posición adecuada. Se evitará darle golpecitos en la espalda, ya que esto puede provocar una inhalación y, como consecuencia, una aspiración.
Materiales usados en el taller: colchoneta, cuña, radio-cassette, juguetes, hamaca, cintas de cuentos, música, aparatos de relajación, vaso, jeringa, trozo de jamón., botella
--------------------------------------------------------------------------------
Conclusiones
En la parálisis cerebral infantil existe un problema neurológico de base que incidirá en los posibles problemas del lenguaje.
El tratamiento de los problemas de lenguaje en la parálisis cerebral es una actividad compleja por la gran diversidad de variables implicadas en función de la gravedad del cuadro.
Será importante que el tratamiento del lenguaje empiece lo más precozmente posible.
En general, el tratamiento será multidisciplinario, es decir, que no se trabajará solamente la fonética… sino que lo más probable es que sean múltiples los aspectos a trabajar.
La gravedad del problema implicará que los tratamientos sean largos, en los que la colaboración del individuo será de gran importancia
Es muy importante saber diferenciar los aspectos fundamentales a trabajar en cada etapa del desarrollo, así como la aplicación correcta de las técnicas, en ocasiones muy especializadas.
En general, el tratamiento irá encaminado a conseguir una comunicación fluida que a perfeccionar mucho los mecanismos de articulación, de voz, etcétera.
El saber combinar los aspectos individuales del tratamiento con los familiares, escolares y sociales será importante para conseguir una mejor evolución del lenguaje.
Conforme aumente la variedad de situaciones psicolingüísticas y las exigencias sociales, puede empeorar el habla, por eso el logopeda debe controlar la evolución del lenguaje y la capacidad de expresión de expresión del individuo durante mucho tiempo, y en ocasiones con controles periódicos, aunque haya terminado la fase de entrenamiento
Trabajaremos en este taller la comunicación y deglución atípica.
Todos los días seguimos una misma pauta de actuación:
Relajación.
Fonación.
Deglución.
1. Relajación
1.1 En cuanto a la relajación, utilizamos técnicas de relajación pasiva, mediante masajes en la cara y cintura escapular.
Colocamos al niño sentado sobre nuestras rodillas para que se vaya acostumbrando a esta postura que facilita tanto la articulación oral como la deglución de alimentos y líquidos (fig.1).
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Fig. 1. Posición de sentado sobre las rodillas del logopeda para facilitar
la articulación oral y la deglución.
Nuestra mano izquierda la ponemos sujetando su cuello ya que no mantiene control cefálico. En esta posición comenzaremos el masaje pasándole un instrumento de masaje por la cara, suavemente, con movimientos circulares, por la frente, la nariz, las mejillas y alrededor de los labios intentando, mientras pasamos el aparato masajeador rodeando los labios, que el niño consiga cerrar así la boca, repitiendo seguidamente los movimientos anteriores.
Seguidamente masajeamos la misma zona con las manos, también realizando movimientos circulares y seguiremos masajeando el cuello de arriba abajo a ambos lados hasta los hombros, ídem por delante y por detrás del cuello, ídem con el cuello girado lateralmente, insistiendo en la zona del esternocleidomastoideo.
En esta etapa, como necesitamos ambas manos para realizar los ejercicios, una de las piernas las subimos, vertical al suelo, para así sujetar la cabeza del niño.
Mientras le realizamos la relajación, no hay que mantenerse callado sino que le contaremos lo que estamos haciendo, para qué se lo hacemos, lo que haremos después… le hacemos preguntas…
1.2 A continuación nos centramos en la relajación de los labios mediante ejercicios pasivos de los labios (estirar y fruncir).
- Realizamos movimientos circulares y con una ligera presión sobre el orbicular de los labios, tanto en la rama superior como en la inferior.
Combinamos dichos movimientos circulares con pequeños estiramientos de ambos labios y en todas direcciones.
- Cogemos fuertemente los labios pinzándolos con los dedos y estirándolos.
Primero, cogemos el labio superior y lo estiramos hacia abajo cubriendo el inferior. A continuación, realizamos estiramientos hacia fuera y en todas direcciones.
Estos ejercicios pasivos van destinados a la relajación de toda la zona oral y perioral para conseguir la vocalización de sonidos y fonemas, además de preparar la zona para la masticación y deglución.
2. Fonación
A continuación, le pedimos que emita algún sonido o el fonema /a/ que sabemos que puede decirlo de manera clara. Se pronuncian sonidos en la oreja del niño, y se estimula a éste para que los repita. Para conseguirlo, ya que a veces le resulta dificultoso, le hacemos todo tipo de preguntas; por ejemplo: “cómo ha ido el fin de semana, fuiste a algún sitio con los papás, escuchaste algún cuento…” Así, pronto o tarde, pronunciará un sonido. En cuanto emita cualquier sonido lo celebramos, una simple sonrisa debe ser recompensada.
Cuando nuestro paciente emite la vocal /a/ además de ser una emisión retrasada, debido esto a un asincronismo entre la espiración y el funcionamiento de las cuerdas vocales, la intensidad de la voz suele ser débil o decae rápidamente después del principio del sonido, debido a la vibración insuficiente de las cuerdas vocales.
Para conseguir que el niño logre producir la voz recurrimos, al igual que en el taller de logopedia, al movimiento.
Aprovechamos las espiraciones bucales asociadas al sonido (vocales) empujando suavemente con la mano, plana, haciéndola vibrar con la mayor rapidez posible, sobre el diafragma y el pecho.
Deglución.
En el examen de deglución:
- En primer lugar, observamos la deglución de la saliva.
- Después, degluciones con líquidos, observando su patrón deglutorio.
- Repetimos la operación mientras mastica algún alimento sólido.
Hemos observado que presenta problemas en la deglución. No mastica ni es capaz de beber en vaso, todo esto unido a sus graves problemas de la musculatura oral: persiste el reflejo de mordida, alteración del tono en labios y lengua y escaso movimiento de la mandíbula.
Debemos corregir las alteraciones de la mandíbula ejercitando un control de ésta con el fin de facilitar la alimentación y la verbalización.
Algunos ejercicios para facilitar ese control:
-. Sujetamos la mandíbula del niño con la mano derecha, aplicando el dedo pulgar sobre la articulación de la mandíbula, el dedo índice entre el mentón y el labio inferior y el dedo corazón debajo del mentón, ejerciendo entonces una presión constante (fig.2).
-. Si lo colocamos de frente al logopeda, ejercitamos también presión constante con
la mano derecha sobre la mandíbula infantil, situando el dedo pulgar entre el mentón y el labio inferior, el dedo índice sobre la articulación de la mandíbula, y el dedo corazón debajo del mentón (fig. 3).
Fig. 2. Control de la mandíbula del niño, colocado a la derecha del logopeda. Fig. 3. Control de la mandíbula del niño, colocado frente al logopeda.
<!--[if !vml]--><!--[endif]-->
Mientras realizamos dichos ejercicios, sostenemos con la mano izquierda la cabeza del niño, manteniéndola recta y con el cuello ligeramente inclinado. El niño rehúsa las primeras tentativas, pero es preciso darle tiempo para que se vaya adaptando, y pronto se descubrirá que, poco a poco, acepta la ayuda.
- Mejorar la ingesta de líquidos y sólidos
Líquidos: Trabajamos la deglución de una pequeña cantidad de agua que le vamos introduciendo poco a poco en la cavidad bucal mediante una jeringa.
Sólidos: Trabajamos la deglución de sólidos mediante un taco de jamón. Cortamos un trozo alargado del tamaño de un dedo. Sosteniéndolo por una parte, introducimos la otra en la boca del niño, el cual, controlándole la mandíbula, lo masticará y extraerá su jugo. Al mismo tiempo aprende a tragar.
Si durante el tratamiento, el niño traga un trozo de jamón y se atraganta, habrá que enderezarlo prontamente a la posición adecuada. Se evitará darle golpecitos en la espalda, ya que esto puede provocar una inhalación y, como consecuencia, una aspiración.
Materiales usados en el taller: colchoneta, cuña, radio-cassette, juguetes, hamaca, cintas de cuentos, música, aparatos de relajación, vaso, jeringa, trozo de jamón., botella
--------------------------------------------------------------------------------
Conclusiones
En la parálisis cerebral infantil existe un problema neurológico de base que incidirá en los posibles problemas del lenguaje.
El tratamiento de los problemas de lenguaje en la parálisis cerebral es una actividad compleja por la gran diversidad de variables implicadas en función de la gravedad del cuadro.
Será importante que el tratamiento del lenguaje empiece lo más precozmente posible.
En general, el tratamiento será multidisciplinario, es decir, que no se trabajará solamente la fonética… sino que lo más probable es que sean múltiples los aspectos a trabajar.
La gravedad del problema implicará que los tratamientos sean largos, en los que la colaboración del individuo será de gran importancia
Es muy importante saber diferenciar los aspectos fundamentales a trabajar en cada etapa del desarrollo, así como la aplicación correcta de las técnicas, en ocasiones muy especializadas.
En general, el tratamiento irá encaminado a conseguir una comunicación fluida que a perfeccionar mucho los mecanismos de articulación, de voz, etcétera.
El saber combinar los aspectos individuales del tratamiento con los familiares, escolares y sociales será importante para conseguir una mejor evolución del lenguaje.
Conforme aumente la variedad de situaciones psicolingüísticas y las exigencias sociales, puede empeorar el habla, por eso el logopeda debe controlar la evolución del lenguaje y la capacidad de expresión de expresión del individuo durante mucho tiempo, y en ocasiones con controles periódicos, aunque haya terminado la fase de entrenamiento
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